Celos

Los celos, son un estado afectivo caracterizado por el miedo a perder o ver reducido el cariño y la atención de alguien querido. Frecuentemente, este sentimiento va acompañado de envidia – resentimiento hacia quien se percibe como rival. En toda relación fraterna conviven íntima e ineludiblemente instintos agresivos y amorosos.
Esa rivalidad fraterna puede tener su origen en:
- Los privilegios que se otorgan según el lugar que ocupan en la familia:
- El primer hijo, al estar acostumbrado a ser el único y recibir el afecto y atención de padres y familiares, se puede sentir desplazado cuando aparece un hermano con el que debe compartir esas atenciones y afecto. En ocasiones, el hermano menor se siente menos privilegiado por no tener las concesiones que los padres hacen al mayor. Los hermanos que ocupan lugares intermedios en el orden de edad, suelen sentirse en segundo plano y buscan con más insistencia amistades fuera del núcleo familiar.
- El momento evolutivo del hijo:
- Si aparece un hermano cuando el anterior está en la fase de “apego” a la madre y requiere aún muchos cuidados, es probable que reaccione con un comportamiento celoso, demandando más atención.
- La preferencia de los padres hacia un nuevo hijo de sexo diferente:
- Suele ocurrir en algunas familias que con la llegada de un hijo de sexo diferente, los padres tienden a manifestar una gran satisfacción y hace que el hermano se encuentra desplazado y sufra por ello.
- Las características distintivas de los hermanos: Si hay dificultades físicas, intelectuales, de personalidad en uno de los hermanos, los demás pueden sentirse menos atendidos y aparecer conductas celosas. Y al contrario, si en el hogar hay un hermano muy dotado (en capacidades y habilidades, simpatía,…), los familiares, vecinos y amigos lo sobrevaloran, sintiéndose relegados los demás hermanos.
- La dependencia afectiva de un hijo con uno de los cónyuges.
- El nivel de sensibilidad de los hijos.